Hace unas semanas me senté en la plaza del Museo de Sevilla, a más que hablar, por que me tildarían por loco, a escuchar a Pepe y Carmen.
Para quien no sepa quienes son pues yo mismo se lo explico; hace casi 28 años que los conocí, toda una vida, no recuerdo bien cual fue el primer momento pero no dudo de que de forma inmediata al aparecer yo por estos lares. Mis primeros recuerdos son los "viajes" a su casa, aquella casa que aunque en barrio humilde era todo un palacio de juegos para mi. Fui creciendo con el paso de los años, y crecí a su lado. Pepe en su bicicleta llegando de trabajar por media Sevilla y las visitas al mercado de la plaza de la encarnación de la mano de Carmen es lo que siempre recordare y le contare a los hijos de mis hijos.
Pepe y Carmen siempre fueron la pareja perfecta, enamorados desde que se conocieron jugando en la plaza del museo, unidos en los malos momentos y disfrutando de los buenos. Siempre con una sonrisa, buenos, cariñosos, comprensivos, trabajadores, amables...... y miles de adjetivos que nunca podrán definir quienes y como eran. Ellos serán para muchas cosas ejemplo y seña de vida.
Sus días juntos empezaron y se acabaron en la plaza del museo y es por ello que aunque pienso en ellos todos los días, me sentare a escucharlos de vez en cuando en la plaza del museo, por que yo quisiera ser como Pepe y por que Carmen me robo el corazón para siempre.
Ellos son mis abuelos.
Ayer, como siempre, os heche de menos. Siempre os querré.