lunes, 8 de marzo de 2010

Carta a: el planeta Tierra


Vaya como está la cosa, y no es por que por aquí nos estemos ahogando entre lluvias y lluvias, que también, es por que las noticias desde todas las partes del mundo son similares y de igual o peor trascendencia.


Tus temblores son nuestros temblores; 200.000 personas muertas, en Chile 800, ayer en Turquía unas 50, sinceramente Tierra, nos haces temblar de miedo cada vez que te desperezas un poco. Y sabes que te digo, pues que llevas razón, que tampoco es justo que esta sociedad tan industrializada te esté constantemente maltratando cada día, más y más.

La gente no cree en el calentamiento global, ni en que la emisiones de CO sean tan dañinas como anuncian, ni que las talas descontroladas de bosques puedan afectar, yo me incluyo entre ellos, pero joder algo está pasando, eso está claro, no es normal que las condiciones climatológicas sean tan cambiantes y que la naturaleza en si nos esté dando tantas cruces y tan pocas caras en un juego en el que tiene toda la pinta que vamos a perder.

Y aunque cada uno de nosotros somos responsables de nuestros actos y todos de algún modo podemos colaborar en que este planeta siga siendo tal y como lo conocemos, al recuerdo me viene la cumbre de Copenhague de finales del año pasado en donde tras dos semanas de ponencias, discusiones y negociaciones, nada, insisto NADA, fue lo que consiguieron los politicuchos mundiales.

Vergüenza nos tendría que dar, eso sí, comidas de gala, dietas millonarias, hoteles de lujo... joder, hasta putas gratis pagadas por el gobierno danés para aliviar tensiones entre tanta negociación. Como le explicamos a tantos muertos que tan solo fuisteis capaces de redactar dos folios con intenciones vacías de contenido

Seguramente ni tú ni yo veamos las consecuencias de nuestros actos, quizás vivamos inviernos más cálidos o lluviosos y veranos a 50º, pero los que vengan detrás lo van a tener crudo.

Esta carta es para pedirte paciencia, una tregua quizás, para que ojalá nuestros mandatarios puedan pararse a reflexionar un poco e intentar cambiar nuestro curso, para que cada uno de nosotros piense en como puede ayudar a este cometido. Yo en particular lo intentaré hacer, cuento contigo.



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